viernes, 19 de abril de 2013

La familia también sufre cuando uno de sus miembros está en paro


A nadie le gusta estar sin trabajo, y llegado el momento de afrontar esa situación hay que hacer de tripas corazón e intentar controlar la ansiedad, para que ésta no afecte a la familia.

Con más de 6 millones de personas en el paro, muchas de ellas ya sin cobrar ninguna prestación, el apoyo de la familia pasa a ser fundamental. Aunque la situación se está complicando, y según un estudio de la Obra Social de la Caixa las familias empiezan a estar al borde de su colapso económico.

Sentirse fuera del mercado laboral y ver cómo disminuyen los ahorros produce una tensión difícil de evitar. Por lo que es necesario canalizar esos sentimientos para evitar los roces.

Amelia García Moltó, profesora de la Complutense, declaraba en la Vanguardia que lo ideal es que la educación familiar potencie que las personas y el núcleo familiar sean capaces de “afrontar y resolver problemas”.

Al mismo tiempo, es importante que la familia apoye a la persona que está sin trabajo y la aliente en su búsqueda, pero sin presionarle, e intentando no hablar siempre de los problemas. “Tocan ahora momentos de ser más pacientes, comprensivos y flexibles. La mayor queja en consulta es la presión que sienten por parte de la pareja” afirma María Jesús Álava-Reyes, que trabaja en un gabinete especializado en terapia de pareja.

Sin olvidarnos de que el resto de la familia también sufre la situación, desde una doble vertiente, ya que tienen el mismo miedo que el que está en el paro, pero a la vez se angustian porque quieren ayudarle y no saben cómo o no lo consiguen.

Juntos se puede afrontar la situación y salir adelante. Seguro que hay una empresa que busca un profesional como tú. No te dejes vencer por la crisis.


No hay comentarios:

Publicar un comentario