Cáritas presentó esta semana
el informe Desigualdad y Derechos Sociales, en el que denuncia un incremento de
la desigualdad social del 30% desde 2007. Unos datos alarmantes, que no vienen
más que a corroborar que la crisis se ceba en los más necesitados, sin que el
Estado y la sociedad encuentren las soluciones oportunas.
Al
respecto, Sebastián Morán, secretario general de Cáritas, fue muy explícito: “Nos
estamos olvidando de los pobres (…), la situación es alarmante”
Las
cifras hablan por sí solas:
- estamos ante un aumento significativo de la pobreza severa, ya que hay más de 630.000 hogares sin ingresos;
- desde 2007 hemos perdido un 4% de renta, mientras que los precios han subido un 10%;
- se calcula que en 2012, un 44% de los hogares no tenían dinero para cubrir algún posible imprevisto;
- en el 10,6% de los hogares españoles todas las personas en edad activa están en el paro (en 2007 era solo el 2,5%);
- se estima que el 26,8% de los españoles viven en situación de pobreza y exclusión social;
- o una tasa de paro juvenil del 55% (menores de 25 años).
Lamentablemente,
trabajar hoy parece más un privilegio que un derecho. Todos podemos echar un
vistazo a nuestro entorno y encontraremos a alguien sin trabajo fácilmente. No
iría mal que se reprodujeran gestos de solidaridad como el del dueño de un bar de Tarragona,
que al ver a un conocido rebuscando en la basura decidió colaborar ofreciendo
gratis menús a personas necesitadas.
Y
muchas otras cifras que podéis leer en el informe, y que permiten conocer mejor
la realidad social del país, que ha visto acentuada las diferencias entre pobres
y ricos, haciendo bueno el dicho de que ante la crisis: el pobre es más pobre,
y el rico más rico.
Los
recortes sociales tampoco ayudan a conseguir que la situación no empeore. Esperemos
que la Sra. Merkel se dé cuenta de que no se trata sólo de recortar gastos, sino que
es necesario invertir para crecer.