¿Se puede ser alguien sin tener twitter y facebook?

Es curioso como inventos que se han popularizado no hace tantos años se han vuelto hoy en día, para la mayoría, imprescindibles. Vivir un día alejado del móvil o de la conexión a internet puede llegar a ser un drama.

Y qué decir de la conexión a las redes sociales. No estar en ellas puede llegar a suponer, para algunos, no sentirse nadie. Estar pendiente de llegar a casa para interactuar con los amigos virtuales puede ser un síntoma de que algo no funciona.

En EEUU han llegado a identificar un tipo de depresión vinculado al uso que los adolescentes hacen de facebook, tal y como publicó la American Academy of Pediatrics, aunque por suerte no son casos muy frecuentes.

Por desgracia la envidia y los celos se magnifican en el mundo online, según informa el estudio, que recalca que para algunos puede resultar angustioso ver los cambios en los perfiles de sus conocidos, como por ejemplo el aumento del número de amigos o las fotos de actividades que muestran cómo se divierten sus contactos.

Tener un perfil social en las redes puede ser bueno e incluso útil o necesario por cuestiones profesionales, pero hay que saber dedicarle a cada cosa su tiempo, evitando que se llegue a convertir en una obsesión.

¿Me han retwitteado?, ¿tengo algún mensaje en mi muro? y qué más da. Ya lo verás! Si fuera algo tan importante y urgente tienes otros medios que te lo harán saber.